Una Cuarentena para profundizar nuestras redes vinculares

“¡Hola!, ¿cómo estás? ¿Qué tal te trata la Cuarentena?” Preguntas que van y vienen dando el inicio al común de nuestras conversaciones.

Situación difícil, compleja, desigual y cuántos adjetivos más podría escribir. Y pienso, contraponiendo otros que nos den más aliento: reflexión para adentro, tiempo para pensar en nosotros mismos, momentos para llamar a ése amigo que  mi intenso movimiento no lo permitía, ése libro que pensaba leer por placer y lo postergaba, esa mesa que tenía que arreglar y siempre había una excusa. Gracias a Dios, yo puedo hacerlo, como muchos, mientras otras personas tienen que ajustarse el cinturón para poder pasar la Cuarentena y no dejan de sentirse agobiadas por la incertidumbre de acciones por venir.

¿A que voy con ésta introducción? A buscar el equilibrio, ni más ni menos. A desnaturalizar situaciones cotidianas que nos pasan frente a los ojos y no valoramos lo que tenemos o dejamos de tener. Pienso en mi rol como Docente en el Instituto San José (que tengo la bendición de tenerlo). Y pienso en las redes vinculares que generamos para que llegar a los alumnos con los objetivos de brindar la misma educación (o tal vez mejor, o al menos distinta) que nos proponemos cada inicio de año. Y pienso que estos son los momentos en los que sacamos a relucir las capacitaciones constantes desde nuestro rol como Docentes, como Profesionales, como Técnicos, como personas activas también, porque lo importante es estar en movimiento con capacidad de estar abiertos y flexibles, para adecuarnos a las novedades que surgen y aunque a veces tengamos resistencia a lo nuevo, en el entramado vincular de los compañeros que nos sostienen en el tiempo, podemos avanzar para llegar a una mirada cada vez más objetiva, compleja y por lo tanto, más  creativa y abarcativa.

¿Cómo estamos trabajando en esta Cuarentena en la Carrera de Psicología Social? La dinámica propia de esta formación y lo quenos proponemos año a año, permitió que la red vincular dé sus frutos; las reuniones constantes, trabajando con los observables de las situaciones pedagógicas, haciendo una lectura de los emergentes que acontecían y proyectando sobre cuestiones mediatas y otras inmediatas, “eran el ejercicio ideal para que la Cuarentena no nos agarre desprevenidos”. Si bien lo espontáneo se presentó, la respuesta que brindamos con el respaldo de la Autoridades, van “in crescendo” en relación a las demandas del estudiantado y a las nuestras también, por supuesto.

En una publicación que cayó en mis manos en estos tiempos, había leído que el Teletrabajo no empezó con la informática (esta era lo expandió), sino que empezó un poquito más atrás, en la era del Neolítico, cuando los recolectores-cazadores empiezan a asentarse para cultivar o criar sus propios alimentos, después con una “vuelta de rosca”, hacen el trabajo en su casa y lo comercializan afuera. ¡Qué novedad! Y no puedo evitar la comparación con nuestra tarea de hoy: nos sentamos a leer libros, preparamos planillas, hacemos notas, grabamos microclases o a veces macroclases por la cantidad de ensayos que empleamos, escribimos correos electrónicos, hacemos mensajes de texto por celular, tenemos reuniones en directo a través de plataformas que conocimos o le dimos mayor uso, etc. Y que buen trabajo hacemos (aunque la mayoría no vea toda la preparación previa, “la cocina”, como decimos en Psicología Social). Decía una Educadora: “leo un texto por cinco horas, escribo, borro y reescribo durante 5 horas mas y me grabo leyendo ése texto en una microclase de 3 minutos (¡3 minutos!)”.

En un texto de Alík Tomás que titula “Los cristianos en la hora de la pandemia”, expresa: “Es hora de ampliar y profundizar el ecumenismo, de concretar con mayor audacia una “búsqueda de Dios en todas las cosas”. Por supuesto que podemos aceptar esta Cuaresma de iglesias vacías y silenciosas simplemente como un breve paréntesis que pronto se olvidará. Pero podemos también asumirlo como Kairós, un momento propicio para “ir hacia aguas más profundas” y buscar una nueva identidad del cristianismo en un mundo que se está transformando radicalmente ante nuestros ojos.” Me baso en esto para argumentar mi encuentro y sostén en el otro, en Comunidad. Y con esto pondero nuestro trabajo y nuestra preparación, como así también aliento a mis pares, a nuestros aprendices o a cualquier persona allegada a seguir capacitaciones, a perfeccionarnos constantemente, a estar en movimiento constante y agrego al otro, a los otros, a nuestra red vincular, a nuestros sostenes. Es momento de avanzar, de profundizar, de apoyar y crecer humanísticamente. Tenemos tiempo, el hoy recién comienza.

¡Salud!


OPS Alex Bullón

Director de la Tecnicatura Superior en Operador Psicología Social

con Orientación al Acompañamiento Institucional

Corrientes, Argentina